Grandes amores? Y qué se supone que son los grandes amores?
Si me lo preguntáis a mí, no os hablaré de aquellas personas a las que conocimos de adolescentes y que nos hicieron llorar ríos enteros porque nos destrozaron la autoestima y el corazón. A fin de cuentas, cuando tienes quince años tus hormonas están revolucionadas y crees que un rechazo va a hacer de ti un ser eternamente infeliz.
Los grandes amores, para mí, son aquellos que, una vez los descubres, eres incapaz de abandonarlos, te acompañan a través de los años, las mudanzas, las personas… Os estoy hablando de los libros. De acuerdo, no son seres vivos, pero, pensémoslo con frialdad. Un libro nunca te abandona, no te juzga, le importa un pimiento que seas alto, gordo, con acné o una tremenda deformidad. Siempre está ahí para ti, en sus hojas puedes hallar la respuesta a cualquier pregunta que te hagas, te permite evadirte de cualquier situación en la que estés… Por eso no podemos hablar en singular. No puedes limitarte a escoger uno; es imposible serle fiel a un solo libro, y ninguno de ellos te diría nada porque no le ames solo a él. Qué mejor amor que el suyo?
Los animales? Aceptamos barco, como decía el anuncio. Un perro, sobre todo, puede ser tu gran amor. También es fiel, tampoco te juzga y te ama tengas la apariencia que tengas. Además, tener a uno puede ser una relación de mutuo cariño, compañía y comprensión, con una fidelidad a prueba de bombas. Lástima que vivan tan poco, porque cuando fallece tu animal de compañía puedes sentir un dolor casi tan profundo como cuando pierdes a un ser humano querido. Pero sí, los incluimos en la categoría de los grandes amores.
Y las personas? Por qué no he hablado de las personas? Quiere decir eso que otro ser humano no puede darte esa clase de gran amor fiel, incondicional, a prueba de cualquier hecho de tu vida?… No tengo una respuesta muy clara para eso. He vivido algún gran amor, como la gran mayoría de personas de este planeta. Pero he llegado a la conclusión de que, si no están conmigo en este momento, es que tan grandes no debían ser si no estaban destinados a permanecer en mi vida para siempre. Eso no significa que no fueran grandes cuando sucedieron.
Leyendo todo esto, cualquiera diría que soy misógina… No, por favor! Nada más lejos de la realidad! Tampoco estoy desencantada de la experiencia de amar, por muy negativas que suenen mis palabras. Digamos que estoy en un momento de mi existencia en el cual necesito plantearme cuestiones existenciales, y el amor es, dicen, el motor de nuestra vida. Estoy de acuerdo con esta frase, la verdad. Solo que quizá soy bastante rarita y no creo que debamos amar por narices a otro humano para que este motor funcione adecuadamente.
A fin de cuentas, quién determina lo que es un gran amor?